‘Un periodismo digno’ por duplicado

En las últimas semanas han coincidido dos iniciativas con un título bastante similar: «Por un periodismo digno». De una, la primera, «15 acciones para un periodismo digno» ya hablé en mi apunte del pasado 8 de diciembre. La segunda se titula «’Por un periodismo digno’. Manifiesto en apoyo a las personas afectadas por el ERE salvaje del diario Sport» y está impulsado por un colectivo de un centenar de fotógrafos de Barcelona, especialmente molestos por la afectación que ha tenido el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en los fotoperiodistas del rotativo deportivo del grupo Z.

La primera es resultado de la tarea hecha en la Asamblea Abierta de Periodistas del 11 de noviembre pasado, organizada conjuntamente por la Associació de Dones Periodistes de Catalunya (ADPC), el Grup de Periodistes Ramon Barnils (GPRB), el Sindicat de Periodistes de Catalunya / Sindicat de Professionals de la Comunicació (SPC), Solidaritat i Comunicació (SiCom) y Som Atents.

El objetivo del encuentro era elaborar una especie de decálogo que incluyera las transformaciones necesarias para que el periodismo se pueda ejercer con unas condiciones laborales dignas y para que recupere la confianza de la ciudadanía. Finalmente y como resultado del debate sobre las diferentes cuestiones planteadas, el decálogo se convirtió en un pentadecálogo, en el que hay hay reclamaciones de índole laboral, profesional, político, de género, de derechos de autoría… El documento fue remitido a las candidaturas que se presentaron en las pasadas elecciones del 21 de diciembre al Parlament de Catalunya.

La segunda responde, tal como indican sus promotores, a «la indignación contra la nueva agresión que ha sufrido el periodismo después del ERE que se ha hecho en el diario Sport y que ha supuesto el despido de 29 trabajadores, un 35% del total de la plantilla. Entre los afectados, periodistas con más de tres décadas de profesión, algunos de ellos fundadores del Sport, y en el caso de la sección de fotografía, la casi desaparición de la misma después del despido de tres de sus cinco fotoperiodistas. Los despidos llegan a las puertas de las fiestas navideñas, afectando igualmente de forma directa a las familias de los trabajadores». En la página web habilitada por estos fotógrafos hay la opción de adherirse al manifiesto.

En el escrito se afirma también que «la situación del periodismo actual, ejemplificada ahora en el ERE salvaje en el Sport, nos lleva a una alerta pública y a una observación urgente ante la falta de libertades y la represión que sufre el colectivo. La falta de credibilidad es, en parte, consecuencia de las sucesivas renuncias y a la precarización que los profesionales han ido sufriendo frente a unos poderes mediáticos cada vez más instrumentalizados por los poderes financieros.» Y se añade que «la grave situación que vive la prensa en España es y tiene que ser una preocupación de todos. Periodismo y, especialmente, fotoperiodismo están llamados a la desaparición si los profesionales no nos movilizamos. Cada vez son más los medios que, además de recortar el número de redactores, prescinden proporcionalmente de más redactores gráficos, editores gráficos o jefes de fotografía, devaluando gravemente las imágenes del medio y aceptando cualquier imagen cedida o hecha por redactores sin formación. Esta mala praxis resulta tan grave como suprimir los propios redactores y utilizar cualquier texto robado de las redes sociales, con el peligro que esto entraña, dando como buena cualquier información sin contrastar que puede ser engañosa o falsa. En la mayoría de medios de comunicación, de hecho, no se aplican los libros de estilo o han quedado obsoletos y el resultado de todo ello no hace más que poner en jaque al estado de derecho, a la libertad de expresión y de información».

Las dos iniciativas plantean interrogantes muy similares, propuestas, reivindicaciones y alternativas en la misma línea. Todas, pero, parten de la necesidad de los profesionales de la información de movilizarse y defender las transformaciones necesarias para que se pueda hacer este periodismo digno. Quizás el siguiente paso sería unir esfuerzos para ser todos juntos mucho más efectivos. En las próximas semanas se constituirá el nuevo Parlament de Catalunya. Algunos de los cambios que en paralelo se reclaman desde las dos iniciativas se tendrán que implementar desde la Cámara catalana. Y los grupos parlamentarios se tendrán que poner las pilas de una vez por todas para resolver una cuestión que desde la política la están convirtiendo en la Cenicienta de los derechos humanos esenciales. Cuanta más gente haya reivindicándolo, más posibilitades habrá que, finalmente, los legisladores atiendan estas demandas.

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